Además de no querer dañar el monoplaza, los equipos prefieren rodar con aire limpio en pista para poder obtener datos fiables por lo que es raro ver coches muy juntos durante las pruebas. Así que ver un toque entre monoplazas en unas pruebas resulta realmente extraño.
Pero los últimos instantes de la última jornada de entrenamientos de pretemporada en Bahrein nos ha dejado un toque entre el Alfa Romeo C41 de Kimi Raikkonen y el Ferrari SF21 de Carlos Sainz en el vértice de la curva 10.
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El piloto madrileño se metió por el interior de la curva mientras Raikkonen estaba girando completamente abierto. Ambos se tocaron levemente antes de abrirse y terminar por la escapatoria de la curva para regresar casi de inmediato a pista, con un gesto de Carlos con la mano al veterano finlandés como queriendo decirle: ¿qué haces?
“No creo que nos hayamos tocado, no lo sé”, dijo Kimi tras la sesión de entrenamientos en la que ayer completó una tremenda paliza de 165 vueltas y firmó el cuarto mejor crono de la jornada, precisamente por detrás de Sainz que fue tercero.
“No tenía ni idea de que estaba allí y luego lo vi en el último instante y pude apartarme, pero supongo que estaba enfadado. De todos modos, dudo que nos hayamos tocado, al menos yo no lo sentí”, añadió Raikkonen.
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Es posible que tras un intenso día de pruebas para el veterano piloto de Alfa Romeo, que el domingo completó casi 900 kilómetros, el equivalente a 3 Grandes Premios, estuviese despistado pensando en las musarañas y ni se enterase de que Carlos llegaba con mucho más ritmo. El piloto español al verle tan abierto en la curva pensaría que le estaba dejando pasar y se tiró al interior.
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