La F1 registró unas pérdidas de 88 millones en el tercer trimestre de 2020

Este inusual año marcado por la pandemia mundial está desencadenando una crisis económica a la que no va a ser ajena la F1, el campeonato ha sufrido innumerables modificaciones para adaptarse a la situación.

Estaba claro que la pandemia mundial a causa de coronavirus iba a tener impacto en la cuenta de resultados de las empresas, la paralización a causa de los confinamientos ha dejado un impacto fuerte en la economía. Y la F1 no iba a estar exenta de ese impacto, en el tercer trimestre de 2020 ha acumulado unas pérdidas de 88 millones de euros.

Las consecuencias del Covid-19 en la F1 son importantes, pero parece que la tendencia es favorable. Mientras en el segundo trimestre no pudo celebrarse ningún Gran Premio y esto impactó directamente en las cuentas del gestor de la F1 declarando unos ingresos de apenas 20 millones de euros, frente a los 525 millones de euros de la temporada anterior.

Del beneficio de 2019 a las pérdidas de 2020

Así en este tercer trimestre, de julio a septiembre, la organización declaró unos ingresos de 505 millones de euros frente a los 536 del año 2019. El resultado final de esas cuentas en este período deja unas pérdidas de 88 millones de euros frente a la comparativa del año pasado con un beneficio de 27 millones de euros.

Si en el trimestre anterior no se había podido celebrar ninguna carrera, 10 de los 17 Grandes Premios se han disputado entre julio y septiembre, lo que supone un incremento considerable con respecto a 2019 cuando se disputaron 7 en el mismo período, de los 21 en total que se celebraron la temporada anterior.

El público, piedra angular en la limitación de ingresos

La gran diferencia con el año pasado radica en el hecho de que los hospedadores de las carreras de esta temporada han abonado unas tasas muy reducidas en comparación con el año anterior, e incluso en algunos casos ha sido la F1 la que ha tenido que pagar para poder disputar el Gran Premio.

Los resultados del tercer trimestre de 2020 se vieron afectados por la ausencia de público, la ubicación de las carreras, así como el calendario de carreras revisado y el reconocimiento prorrateado de ciertas corrientes de ingresos”, explicó el CEO de Liberty Media al portal estadounidense motorsport.com

“Los ingresos primarios de la F1 disminuyeron principalmente debido a los limitados ingresos por promoción de carreras celebradas, ya que se prohibieron los aficionados en todas las carreras excepto una durante el tercer trimestre”, añadió Chase Carey. “Esto se compensó parcialmente con el crecimiento de las tasas de radiodifusión y publicidad y de patrocinio debido al impacto del reconocimiento más proporcional de los ingresos basados en la temporada con tres carreras extra durante el período actual, así como el impacto del reconocimiento de los ingresos por un menor número de carreras en 2020”.

“Sin embargo, tanto los ingresos por radiodifusión y publicidad como por patrocinio fueron inferiores a los contratados originalmente”, agregó. “La modificación del calendario provocó una disminución de los derechos de radiodifusión de conformidad con los términos contractuales de ciertos acuerdos de radiodifusión, y también dio lugar a otros cambios puntuales, ya que se renegociaron algunos derechos de radiodifusión para el año en curso”.

Se elevó el dinero que recibieron los equipos esta temporada

Toda esta crisis ha tenido un impacto elevado en la oferta de contratación que se hace de forma habitual para cada evento de la máxima categoría. La cancelación de carreras ha tenido un impacto directo con las actividades específicas como en el caso de los hospitality que ha obligado a cambios en los contratos de patrocinio. También hizo disminuir los ingresos del tercer trimestre la falta de público en las carreras, puesto que no estado activo el Paddock Club.

Es por ello que las previsiones para completar la temporada siguen siendo malas: “la F1 no tiene previsto poder contar con público en ninguna de las carreras restantes de 2020”.

Otra de las partidas que ha llevado a esas pérdidas millonarias está en el pago que recibieron los equipos por la firma del nuevo Pacto de la Concordia, que ha supuesto un aumento significativo con respecto a 2019. Mientras que esta temporada se han realizado pagos por 372 millones de euros, la temporada pasada habían sido de 283 millones de euros.

A pesar de todo, Chase Carey se muestra orgulloso de como se ha abordado esta crisis y agradeció a todos los implicados, desde la propia organización de la F1 pasando por la FIA, equipos, promotores y socios, el trabajo realizado durante estos meses: “Estamos increíblemente orgullosos de la forma en que la comunidad de la F1 se ha unido para afrontar los desafíos y volver a las carreras de forma segura, y hemos visto emoción tanto dentro como fuera de la pista”.

La F1 tiene un gran reto por delante, a la vista de que esta pandemia no parece que vaya a terminar en el corto plazo, debe buscar el modo de que los Grandes Premios se puedan disputar con seguridad, los que restan de temporada e incluso el inicio de la próxima. Y por otra parte encontrar la viabilidad económica con las restricciones que se imponen para tratar de contener la pandemia mundial mientras el mundo espera a que se encuentre una vacuna que nos permita volver a la normalidad cuanto antes.

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