El caso de la infracción al límite presupuestario de Red Bull continúa centrando el debate en torno a cuál podría ser una sanción adecuada. Y no es un tema menor, se apuntaba a que la sanción por exceder el límite presupuestario, que se estima en unos 2 millones de dólares, podría costarle al equipo de las bebidas energéticas una multa de unos 10 millones de dólares.
Pero ya han aparecido voces en el paddock que no están de acuerdo con una sanción económica. Así el jefe de Mercedes, Toto Wolff, ha dicho a Corriere dello Sport que una multa abre la puerta a que el límite presupuestario no se cumpla en absoluto.
“Si Red Bull superó el presupuesto en 2 millones, y la sanción económica es cinco vences esa cantidad, entonces violar la norma sólo se arriesga a una multa. Si el castigo resulta ser así, entonces Mercedes estará listo para exceder el presupuesto y pagar las sanciones asociadas a volver a la cima“, explicó Wolff.
Si el coste por violar el tope es una multa, se abre la veda
No es algo a tomarse a la ligera, si la intención de la norma es que los equipos reduzcan su presupuesto para mejorar la competitividad y hacer un campeonato sostenible, imponer una multa por incumplirlo simplemente significará que en la planificación del equipo para esa temporada tendrán que añadir el coste de la multa. Los equipos grandes no tendrán problemas en pagarla para obtener una ventaja en el desarrollo de sus monoplazas.
Bernie Ecclestone, ex mandamás de este deporte, no es ajeno a este planteamiento; el periodista suizo Roger Benoit, del Blick, le preguntó por este asunto asumiendo que quizás la FIA podría aventurarse a castigar a Red Bull con la pérdida de puntos. Pero Ecclestone opina que el castigo “será peor que eso”.
Aunque Red Bull siempre ha minimizado el impacto hablando de una infracción menor, son muchos los que no lo ven así, porque el impacto sobre el campeonato es enorme.
Esta semana, el CEO de McLaren Zak Brown escribió una carta al presidente de la FIA, Mohammed ben Sulayem, acusando directamente a Red Bull de “hacer trampas” al gastar por encima del tope presupuestario aprobado en el reglamento en el campeonato de 2021.
“El incumplimiento del tope de gasto, y posiblemente los incumplimientos de procedimiento, constituyen una trampa al ofrecer una ventaja significativa en del reglamento técnico, deportivo y financiero”, escribió Brown en su carta. “No creemos que una sanción financiera por sí sola sea una sanción adecuada por incumplimiento del tope de gasto o un incumplimiento grave de procedimiento”.
Entre las propuestas de Zak Brown para sancionar adecuadamente a su rival se encuentra la reducción del presupuesto de Red Bull para 2023, con el túnel de viento y el tiempo de CFD reducidos en un 20 por ciento.
Pero, ¿de dónde viene el gasto excesivo de Red Bull en 2021?
Los rumores apuntaban a que ese extra de 2 millones de dólares estaba relacionado con asuntos menores, como el catering, pero ahora se apunta directamente al director técnico Adrian Newey, uno de los diseñadires más exitosos en la historia de la Fórmula 1.
Estas nuevas sospechas han partido inicialmente desde los medios alemanes, que apuntan a que el desfase presupuestario se centra en la contratación o no de Adrian Newey como empleado del equipo Red Bull.
“Newey es uno de los empleados mejor pagados del equipo y existe cierto debate sobre si realmente es un empleado de Red Bull o si el contrato es con su compañía”, explicó la emisora holandesa Ziggo Sport.
“Red Bull afirma que trabaja directamente para el equipo, por lo que, de acuerdo a la normativa, no está incluido en el límite de gasto. La FIA no está de acuerdo con esto, ya que está contratado a través de su empresa, lo que significa que no entra bajo las excepciones al límite presupuestario“.