Un arzobispo alemán ha brindado información clave sobre la condición física de la leyenda de la F1 Michael Schumacher.
Antes de los comentarios del arzobispo Georg Ganswein a la revista alemana Bunte, el mundo estaba básicamente en la oscuridad sobre la salud del ex piloto de Ferrari y Mercedes.
Pero Ganswein, quien se reunió con Schumacher en el verano de 2016, reveló que el siete veces campeón del mundo es básicamente incapaz de comunicarse.
“No quería orar en el lugar con él porque no podía saber si él querría eso”, dijo.
“Pero uno siente que percibe encuentros y tiene un diálogo interno consigo mismo”, agregó Ganswein. “Puedes sentir que la proximidad de su familia es importante para él”.
El arzobispo también dijo que, al comienzo de su visita con Schumacher en su casa en Suiza, “un terapeuta llevó a Michael a la sala de estar”.
Dijo que las manos de Schumacher eran “cálidas” y su rostro “más lleno” de lo que los fanáticos estarían acostumbrados.
Mientras tanto, el hijo de Michael, Mick, presiona el acelerador en su ascensión a la fórmula uno.
En Abu Dhabi, el joven de 19 años probó un auto de Fórmula 2 por primera vez antes de su debut en la serie de F1 en 2019.
“La diferencia con la Fórmula 3 es enorme”, dijo el joven alemán. “El rendimiento en las rectas da miedo”.
Schumacher jr admite que pensó mucho en pasar a F2, la categoría final antes de la fórmula uno.
“A menudo me preguntaba '¿Estoy listo?'”, Dijo. Pero dijo que aún no tiene prisa en su búsqueda de una larga carrera en la F1.
“Damos un paso a la vez. No hay prisa”, cita a Schumacher por Blick.