En los últimos años la escudería Mercedes ha marcado la pauta, desde 2014 la marca alemana se ha llevado el Campeonato Mundial de Constructores. Los únicos que han logrado seguir el ritmo han sido Ferrari y Red Bull, aunque siempre han ido un paso por detrás.
Y ha llegado el turno de presentar monoplazas para 2019. Y pesar de que las regulaciones técnicas han variado sensiblemente, cada equipo se ha mantenido firme en su propia interpretación de lo que debe ser un coche vencedor.
Mercedes ha presentado el W10, Ferrari llevará a las pistas el SF90 y Red Bull intentará marca la pauta en pista con el RB15. En las últimas temporadas estos tres equipos han dominado la cabeza de carrera, nada hace pensar en que habrá un cambio significativo para 2019.
El Mercedes W10 ha mantenido la misma distancia entre ejes que sus dos últimos predecesores, siendo el que mayor distancia tiene de los tres. El Ferrari SF90 acorta un poco esa medida, mientras que el Red Bull RB15 tiene la distancia entre ejes más corta de los tres.
Mercedes W10
El cambio más significativo visualmente para el W10 son los pontones laterales más estrechos, lo que imprime un estilo más esbelto a la flecha de plata. Estos cambios van a proporcionarles una mejora en la aerodinámica del monoplaza, al tiempo que proporcionan un beneficio adicional en la eficiencia del motor.
El monoplaza de Brackley también tiene cambios en la suspensión trasera, con los que los ingenieros pretenden resolver los problemas que tenían el año pasado con la degradación de los neumáticos traseros. El director técnico James Allison espera que esto les permita “ser competitivos en todas las fases de carrera y cada una de las pistas del calendario 2019”.
Se podría resumir que el Mercedes W10 supone una evolución más esbelta del coche de 2018. La adaptación a la normativa de esta temporada no les ha impedido profundizando en un concepto de monoplaza que, hasta el momento, les ha permitido dominar la parrilla.
Ferrari SF90
Desde Maranello también quieren mantener ese concepto de evolución del coche de la temporada pasada, el Ferrari SF90, en palabras de su jefe de equipo Mattia Binotto, “no es una revolución”. Los cambios aerodinámicos forzados por las nuevas reglas no son drásticos y permiten ver una imagen muy familiar, que ha resultado bastante productiva para el equipo italiano.
Las diferencias que se aprecian con respecto al coche del año pasado sugieren que se hizo un rediseño de los puntos de refrigeración. Las entradas de aire son mucho más pequeñas, ahora triangulares en lugar de ovaladas, mientras que la carrocería trasera ha adoptado profundos cambios que sugieren un potente rendimiento aerodinámico.
El SF71 de la temporada pasada resultó el coche con mejor promedio de velocidad sobre el asfalto, así que Ferrari ha querido mantener el mismo tirón en su adaptación y mejora para afrontar los retos de 2019.
Red Bull RB15
En Red Bull hay cambios de mayor calado, comenzando por el cambio de motor. El RB15 montará un motor Honda tras años de trabajo con los motores de Renault. Aunque a primera vista el coche parece más agresivo y sigue la línea de su predecesor.
El Red Bull RB15, al igual que el Ferrari, parece tener un gran trabajo en la línea de refrigeración. El cambio más significativo visualmente se aprecia en el aumento de la entrada de la cubierta del motor.
Análisis técnico: consideraciones
Los tres equipos parecen estar satisfechos con la línea de desarrollo que habían llevado el año pasado, por lo que posiblemente en la primera carrera de la temporada, el Gran Premio de Australia 2019, veremos una continuación de la parrilla de finales de la temporada pasada.
Quien más incertidumbre plantea es el Red Bull RB15, su asociación con Honda como suministrador de motores puede provocar un cambio significativo en un coche. A pesar de que visualmente parece seguir la línea de su predecesor.