Max Mosley cree que unas reuniones personales con los jefes de BMW y Toyota podrían haber ayudado a que estos fabricantes de automóviles hubiesen reconsiderado su postura de abandonar la Fórmula 1.
El ex presidente de la FIA ha escrito una serie de retrospectivas en el periódico británico Daily Telegraph, y en el último, admite que no sentarse con los CEO’s Norbert Reithofer (BMW) y Akio Toyoda (Toyota), fue un “error”.
“Tal vez ha sido un gran error por mi parte”, escribió, recordando la época de las turbulencias del año pasado cuando estaba luchando por poner topes a los presupuestos y donde se encontró con la feroz oposición de los directores de equipo, que a punto estuvo de significar la escisión de la F1.
Mosley admite que “debería haberme tomado la molestia de visitar a cada uno de los directores generales de cada una de las empresas y explicar exactamente lo que estábamos haciendo y por qué”.
“Si hubiera hecho esto creo que BMW todavía estaría con nosotros y, tal vez, Toyota,” dijo el ex dirigente británico de la FIA de 69 años, al que Jean Todt ha tomado el relevo al frente de la FIA.
“Hubiera sido fácil demostrar que con un tope de costes podrían haber tenido lo mismo con mucho menos dinero invertido. Pero este mensaje nunca pasó de los jefes de equipo, que no supieron comprenderlo y transmitirlo”, agregó Mosley.
(GMM)