Si este año la prohibición de tests durante la temporada no ha sido del agrado de todo el mundo, para el año que viene Bernie Ecclestone ha encontrado la solución para contentar a todos.
El motivo de que los tests que se venían realizando hasta la fecha fuesen suprimidos obedecía a la reducción de costes, pero la llegada de jovenes pilotos y la imposibilidad de probar las nuevas piezas han demostrado no ser una buena medida.
La solución para Bernie Ecclestone podría estar en incluir una jornada de pruebas los lunes después de cada carrera. “Los coches ya están allí, la gente también. Los costes se mantendrán dentro de límites y podemos dar a los conductores jóvenes una oportunidad”, comentaba el dueño de los derechos comerciales de la F1.
Esa podría ser una buena solución, si no fuese porque la temporada 2010 tendrá 19 carreras y en algunos casos el tiempo entre carrera y carrera se reduce a 1 semana. Si se programan entrenamientos para el lunes, dificilmente podrán realizar el traslado logístico para estar el jueves listos en el siguiente Gran Premio.
Sea como sea, lo que está claro es que es necesario tener jornadas de entrenamientos durante la temporada que permitan probar los paquetes aerodinámicos adaptados a cada circuito, y no como hasta ahora que en no pocas ocasiones las escuderías han tenido que descartar piezas porque sobre la pista no ofrecían el rendimiento esperado.
Y si por una parte se reducen costes por no haber tests y por la otra se aumentan al fabricar piezas que luego son deshechadas por no ofrecer el rendimiento esperado, realmente el ahorro merma considerablemente.
Quizás la solución no esté tanto en bajar el coste que representa la Fórmula 1 y se deba cambiar el rumbo enfocandolo a mejorar el espectáculo que percibe el aficionado, por ejemplo ofreciendo una clasificación el viernes que formase la parrilla de una primera carrera el sábado, más corta, que tuviese como resultado la parrilla de salida de ese Gran Premio.