El jefe del equipo Mercedes, Ross Brawn, a mostrado una señal clara en torno a las intenciones de su escudería sobre el futuro del heptacampeón Michael Schumacher, sosteniendo que la intención es mantenerlo más allá de esta temporada, en la que termina su actual contrato de tres años con la marca alemana.
Para el heptacampeón de 43 años, ha sido una temporada llena de luces y sombras, a pesar de haber tenido un mejor rendimiento que los dos años anteriores, pero se ha visto envuelto en varios incidentes unidos a algo de mala suerte, lo cual le sitúa con dos puntos en la clasificación.
Esta evolución generó todo tipo de especulaciones sobre el futuro del alemán en la escudería, alentadas en parte por miembros del propio equipo, como Nick Fry al situar a Paul di Resta como un posible sustituto en caso de que el Kaiser decidiese dejar la F1.
“Tenemos que analizar cuidadosamente el inicio de temporada”, comentaba Brawn a Sport Bild. “No hemos alcanzado nuestros objetivos con Michael. Y no ha sido por el coche o porque Michael haya sido demasiado lento, han sido tan sólo circunstancias desafortunadas que también han aparecido”.
“Tras el accidente en Barcelona, Michael estaba muy descontento con la sanción impuesta, pero tras la clasificación obtenida en Mónaco el ánimo mejoró”, dijo sonriendo Ross Brawn. “Creo que los sentimientos positivos pesan más que los negativos esta temporada”.
“Si logramos nuestros objetivos, tanto él como nosotros, probablemente estaremos interesados en continuar”, añadió queriendo zanjar los rumores sobre la salida del veterano piloto. “Si creemos que es lo correcto seguir, así será”.
Pero a pesar de estas declaraciones, el jefe del equipo reconocía que ha habido contactos de cara a una posible situación en la que Schumacher vuelva a colgar el caso, probablemente de manera definitiva.
“No tenemos un plan B, aunque sí que nos han preguntado una o dos personas por nuestra situación para 2013”, aseguró Brawn.